En el mes de julio, al menos en Uruguay, es el Día del Padre. Esto nos da la excusa perfecta para bordar en nuestro programa de radio semanal el rol paterno.
Los invito a escuchar el programa en IVOOX o acá:
El origen del día del padre está en EEUU a partir de la iniciativa de la Sra. Sonora Smart Dood quien quería homenajear a su propio padre: Henry Jackson Smart quien sacó adelante a su progenie de 6 hijos luego de haber enviudado. Es el Presidente de EEUU Calvin Coolidge quien establece el día oficialmente y que tiene sus réplicas en el resto del mundo. Otros países con raíz más católica lo relacionan al aniversario de San José (padre de Jesús) el 19 de marzo, como es el caso de España.
El tema del rol paterno es un tema bastante habitual en la consulta, ya sea porque no se cumple, se está «ausente» o porque la conducta no se adecua a lo esperado.
El padre es tan importante como la madre en la crianza de los niños y no podemos sustituir a uno u otro sin esperar consecuencias. No creo que sea buena idea eso que en ocasiones se plantea de «ser padre y madre». Me parece que es una causa de problemas el asumir roles que no nos corresponden. Se puede ser excelente padre o madre en soledad. Muchas veces es la madre o el padre quien debe asumir la crianza ya que el otro progenitor no está, por diversas causas. Pero esa asunción debe hacerse desde la humildad de reconocernos insuficientes y dando lugar a otras figuras del entorno. El error está en suponerse todo lo necesario para los hijos.
El padre tiene un rol clave en la apertura al mundo del hijo, presentarlo en sociedad, adiestrarlo en el relacionamiento con pares y la enseñanza de capacidades que le aumenten las chances de supervivencia. Esto nos viene dado por nuestra historia evolutiva. No olvidemos que hace bien poco que nuestra sociedad vive en casas y en sociedades seguras si tomamos en cuenta toda nuestra historia evolutiva.
El rol paterno brilla cuando se complementa con una madre que habilita. La presencia de ambos progenitores es clave para el correcto desarrollo del hijo. Según la experta Andrea Dolera, la «funciona materna se caracteriza por prestar el cuerpo, nutrir, alojar y la paterna por poner un límite a esta comodidad.» «El rol del paterno pasa por abrirnos las puertas para ir a jugar, para poder enlazarnos a otros e ingresar en la cultura».
El desempeño pleno del rol paterno está condicionado por la iniciativa del padre y la voluntad habilitante de la madre. Ambos requisitos son imprescindibles. LA madre que habilita gana más tiempo para si y el niño y el padre pueden explorar su vínculo con calma y bienestar. Los padres deben tener claro que ser padre conlleva responsabilidad y compromiso. Padres con buenos niveles de compromiso reportaron consistentemente matrimonios o relaciones de pareja más satisfactorias.
La cantidad de tiempo que destina un padre al cuidado, juego e interacción con los hijos es determinante para el desarrollo de habilidades cognitivas, en especial las verbales, y no puede ser sustituido por la interacción materna, según comprueban los expertos.
La modalidad de relacionarse que tiene el padre es una característica propia e insustituible. El padre apoya conductas exploratorias, aumenta la capacidad de frustración del hijo, lo anima a reponerse y seguir. Los niños que tenido un padre comprometido son ellos entre los 18 y 24 primeros meses de vida, se muestran más curiosos, menos dubitativos y más seguros ante nuevos estímulos.
Podemos enumerar algunas características de una paternidad comprometida según Doherty y Erikson (El rol del padre, ed. Vergara, 2001):
- Tener conductas y sentimientos responsables respecto al hijo.
- Sentirse comprometido emocionalmente.
- Estar físicamente, ser accesible.
- Ofrecer apoyo material para satisfacer las necesidades del hijo.
- Ejercer influencia en las decisiones relativas a la crianza del hijo.
El rol paterno debe vivirse con alegría y curiosidad. Dejarse sorprender y estar dispuesto a construirlo día a día y a partir de las distintas etapas de nuestros hijos. Etapas que nos pondrán a prueba nuestra capacidad de adaptación.
Finalmente debemos decir que la paternidad positiva puede ser uno de aquellos roles que nos dan sentido a la vida y contribuyen plenamente a nuestro bienestar, ya que recibimos satisfacciones placenteras de la interacción, además ejercemos el compromiso del cuidado y nos beneficiamos de dar significado a nuestra existencia.
Les agradezco, como siempre, los comentarios que me hacen llegar a propósito de los audios que voy subiendo. Las devoluciones son muy importantes para mi. Los animo a hacer más y con gusto trataré temas que ustedes sugieran.
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Lic. Roberto Martínez Hernández
Psicoterapeuta individual y parejas.
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Mag. Roberto Martínez 