Estimados lectores de este blog, luego de mucho tiempo vuelvo a publicar, les pido disculpas por la tardanza. Hoy les acerco un tema muy interesante y que en caso de no actuar a tiempo es precursor de muchas problemáticas.
Acoso significa, etimológicamente, persecución sin tregua. Es un término asociado a situaciones de caza, conflicto o guerra que bien describe la situación percibida por la víctima: se siente totalmente agotada por una situación que no cesa y desgasta sus energías. La presa, en una situación de caza, termina colapsando y siendo la cena del lobo que la perseguía desde hace horas. En el caso de las personas ese colapso puede ser una crisis de ansiedad, un ataque de pánico, un intento de autoeliminación y en el peor de los casos un suicidio, entre otros desenlaces posibles.
El acoso, escolar o laboral, es una acción sistemática sobre una misma persona o grupo de personas que conlleva la mortificación y el deliberado deseo de molestar, dañar o dejarle en evidencia a lo largo de un tiempo. Debe diferenciarse del hecho puntual, más breve y nada sistemático que en todas las interacciones sociales se da. El o los acosados sufren efectos emocionales, académicos, laborales y sociales. Se notan bajas en el rendimiento escolar, laboral, tristeza, ansiedad y complicaciones más graves como depresión, adicciones, episodios de ansiedad, etc.
Les dejo al audio que hice sobre este tema para ampliar más el tema.
Datos de interés:
- tanto niños como niñas pueden ser acosadores, varían en el perfil. Los niños suelen acosar más fisicamente y verbalmente y las niñas más socialmente.
- Un niño puede ser acosador en un ámbito y momento dado y ser también la víctima en otro lugar y momento.
- Los niños acosados suelen ser percibidos como diferentes al resto.
Tipos de acoso:
- Físico: aquel que implica golpes, empujones o cualquier otra forma de agresión física.
- Verbal: el que implica insultos, amenazas, incitaciones al odio o rechazo.
- Social: el que implica acciones de aislamiento de la víctima así como la generación de rumores o acciones de avergonzamiento.
- Sexual: la agresión y acoso tiene fines sexuales y son ofensivos para la víctima.
- Cibernético: es una variante de los anteriores pero que se realiza por medio de redes sociales o medios digitales.
EL ACOSADOR:
Debemos tener presente que en el caso del acoso escolar el o los acosadores son niños, y como tales, a pesar de no compartir su accionar, debemos entender que detrás de ello hay un niño que sufre o algo le está pasando. Un niño con bienestar no desarrolla estas actitudes. En general y para orientar al lector podemos dejar algunas caracteristicas:
- Son agresivos y con baja tolerancia a la frustración: se enojan fácilmente.
- Las padres no suelen estar muy involucrados en sus vidas, pasan mucho tiempo solos por ejemplo.
- La crianza puede haber sido con límites poco claros: laxos y autoritarios.
- Suelen tener problemas en casa.
- Piensan mal de los demás o los comentarios sobre los otros son en exceso negativos.
- Ven a la violencia como forma «válida» de resolución de conflictos, quizás por aprendizaje familiar.
- Conocen a amigos que son o eran acosadores.
LA VÍCTIMA:
En las víctimas se han notado algunas características comunes que nos pueden ser de ayuda para estar alerta e intervenir:
- son niños o trabajadores percibidos como diferentes: más pequeños, más gordos, pertenecientes a una minoría, extranjeros, etc. Con un problema de habla, motor, etc. Cualquier motivo es suficiente para ser blanco del acoso.
- se los percibe como débiles o incapaces de ofrecer resistencia.
- son poco populares o de inserción reciente: funcionario nuevo o el niño que recién este año se suma al grupo.
- pueden tener características personales no se llevan bien con el resto o son molestos por alguna razón, es el caso de los chicos con déficit atencional, que suelen ser víctimas de acoso y a la vez acosadores.
¿Qué podemos hacer?
Esto dependerá de nuestro lugar en la escena: acosador, acosado, público, compañero de trabajo, docente, jefe, etc. pero siempre, siempre podemos hacer algo para comenzar a detener este proceso tan nocivo.
- hablemos con los niños del acoso y sus consecuencias, indagemos para saber si conoce del tema y cómo actuaría.
- si el tema es laboral, hablemos en nuestro trabajo del tema.
- evitemos la naturalización de la situación de acoso diciendo aquello de que siempre pasó , etc. Son situaciones complejas y que generan efectos graves en el presente y el futuro afectando el bienestar y desarrollo personal.
- Si su hijo es el acosado, enséñele a mirar a los ojos, a mantener la calma y postura erguida ante el hostigador. A responder de manera clara y firme: no, no quiero que hagas o me hagas esto. Recuerde que esto es duro para todos y requerirá tiempo y práctica. Sea paciente y empático.
- Si su hijo es el acosador: hable con él, indague qué está pasando. Ponga límites claros y cambie los castigos por las consecuencias lógicas. Promueva un modelo positivo a seguir. Preocupese por que su hijo entienda las consecuencias del acoso en el otro y en sí mismo.
IMPORTANTE: Todos podemos hacer algo desde nuestro lugar. Utilicemos los medios y lugares de denuncia, no naturalicemos el acoso como algo nimio, es un problema real que afecta a personas reales y genera consecuencias muy importantes en personas, familias y comunidades.
Bueno queridos lectores, espero que este breve artículo les sea de utilidad y cualquier duda me la hacen llegar.
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Lic. Roberto Martínez Hernández
Psicoterapeuta individual y parejas.
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Mail: psicrobertomartinez@gmail.com
- Miembro de la Mesa Ejecutiva de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay
- Miembro de la Asociación Internacional de Psicología Positiva
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