Con esta entrada estaríamos finalizando nuestro ciclo de mitos relacionados al duelo que tanta repercusión y consultas ha provocado. A todos mis lectores debo decirles que siempre estoy disponible para sus consultas por mi mail: psicorobertomartinez@gmail.com o por el Whatsapp 00598 99 334647 Con gusto y sin apuro les voy respondiendo. A todos ustedes muchas gracias.
El tiempo, ¿todo lo cura? me atrevo a cuestionar esta máxima de la sabiduría popular poniendo unos cautos interrogantes. Varios autores señalan que había una etapa de «resolución» del duelo, una etapa a la que finalmente llegaríamos luego de atravesar un incierto proceso tal como hizo Dotty en el Mago de Oz.
Si bien la búsqueda de sentido ante las pérdidas es algo que muchas personas logran no debiera ser una regla general. Tratarlo como etapa a la que llegar genera un estereotipo que hace sentir innecesariamente mal a mucha gente que no logra dar sentido a la pérdida de un ser querido por ejemplo. Hallar un sentido, darle una forma lógico-afectiva a lo sucedido, nos ayuda, pero dependerá de la persona y naturaleza del hecho que se produzca esta instancia.
¿es malo para la salud psicológica no «superar» la pérdida?
Las investigaciones demuestran que no lo sería necesariamente. Personas que siguen «teniendo presentes» a sus parejas fallecidas no relatan un malestar mayor, tienen una correcta adaptación al entorno y la realidad y su bienestar está estable. Por otro lado, las circunstancias de la pérdida y su resolución, por ejemplo un caso de injusticia, desaparición o negligencia que permanezcan impunes y que van en contra de nuestros valores y principios de justicia será muy difícil de superar y esa «no superación» no significa un malestar grave. Esto mismo se observa en las personas lesionadas medulares y otras incapacidades adquiridas importantes. En muchas de ellas el dolor y la impotencia subsisten como el primer día.
No quiero que se piense que la investigación valida el vivir en el dolor, perder el bienestar o abandonar el disfrute de la vida, sino todo lo contrario. Lo que quiero dejarles en claro, es que muchas personas si bien no logran superar nunca una pérdida alcanzan un nivel de bienestar aceptable, sus indicadores de salud psicológica son buenos y esa «no superación» no se relaciona a ningún trauma específico que limite sus vidas.
Para finalizar citaré a Carmelo Vázquez (2011, p. 262):
Que existan estereotipos no debe llevarnos a considerar que las quejas y el dolor afectan sólo a una delicada y quejosa minoría. Se trata también de respuestas normales y explicables por el trance que se está viviendo. El punto crítico es comprender que estas respuestas más intensas, este sufrimiento desmedido, no son universales ni necesarias. (…) Los seres humanos son extraordinariamente resistentes ante las adversidades, (…) y tienen comportamientos más variados y complejos que lo que se venía creyendo.
Nuestro bienestar está muy relacionado a nuestra autoestima y ella a la autenticidad. Ser nosotros mismos, validarnos, sentirnos seguros de nuestro sentir nos ayudará mucho ante las pérdidas que de manera inexorable acompañan el proceso de vivir.
Si deseas incrementar tu bienestar personal, conyugal u organizacional no dudes en consultarnos.
Miembro de la Asociación Internacional de Psicología Positiva
Lic. Roberto Martínez Hernández
Psicoterapeuta individual y parejas.
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